29 abril de 2024  –  5 min de lectura

Cuando amanece en la playa de La Barrosa, la orilla se convierte en un espejo infinito por efecto de las balsas de aguas sobrantes de la marea, reflejando el cielo de manera que el azul del cielo y del mar, y el blanco de las nubes y de la espuma de las olas se prolongan unidos a lo largo de kilómetros. La sensación obnubilada te atrapa cada mañana como si fuera siempre la primera vez. Las gaviotas posándose sobre el espejo de arena, enmarcado entre el horizonte y los pinares, renuevan el estado natural y salvaje de esta playa que invita más que cualquier otro rincón de la costa a sentir la conexión con el mundo y la inmensa gratitud por ello, de manera similar a lo que en las culturales orientales se expresa en el saludo Namasté y que recoge una profunda filosofía de unidad y respeto hacia uno mismo y hacia todo lo que nos rodea, lo que aporta un importante beneficio como actitud diaria que se puede llevar a la práctica con una sesión de yoga matinal, aprovechando el sonido relajante de las olas y la tranquilidad que se respira en esta playa, especialmente durante las primeras horas de la mañana. Sentir la brisa del mar y la textura de la arena suave y fresca convierte la práctica en una experiencia sensorial única potenciando los beneficios que de por sí tiene para la salud física y mental. Sin duda, es un momento 100% mindfulness, de atención y presencia plena, que despierta aún más la curiosidad y las ganas de estar abierto a las experiencias que suceden aquí y ahora. Algo que también se puede cultivar caminando por la playa concentrándose simplemente en la respiración y en el entorno sin distracciones.  

La atmósfera de paz y tranquilidad también envuelven el Wellness Center U-Spa, en el que cada minuto se multiplica por días de bienestar. Los secretos del agua para el bienestar son desvelados armoniosamente en el extenso circuito de hidroterapia. La simple flotabilidad en el agua tiene un efecto relajante en el cuerpo y la mente. Sin embargo, la hidroterapia aprovecha cada una de las propiedades del agua para potenciar los beneficios que nos reporta jugando en cada espacio con distintas intensidades, temperaturas y efectos de forma que se logren beneficios específicos. Así, las piscinas de contrastes combinan en beneficio de la circulación los efectos de relajación muscular del agua caliente con la tonificación de los músculos que se logra con el agua fría. La presión de las cascadas ayudan a masajear los músculos y los chorros de agua a alta presión pueden dirigirse a zonas cargadas del cuerpo para aliviar la tensión. Los baños de burbujas proporcionan un efecto altamente relajante que se puede intensificar en la zona de relajación con tumbonas térmicas. La hidroterapia se puede complementar con los tratamientos Omorovicza de aguas termales de Budapest. De hecho, no hace falta salir de aquí para descubrir y recorrer todas las técnicas milenarias que conforman la sabiduría ancestral para mejorar la salud y el bienestar. El extenso catálogo de rituales dedica un capítulo específico a tratamientos del mundo, ofertando masajes tailandeses, tibetanos, hawaianos, masajes basados en la medicina india Ayurveda, como el Abhyanga y el masaje hindú, además de técnicas holísticas para combatir contracturas como el masaje Volcan Stone con piedras de basalto calientes. De la medicina tradicional china se puede disfrutar el Tui Na, un masaje terapéutico para restablecer la energía y el equilibrio mente-cuerpo. Entre los rituales, Aromas del Atlántico utiliza las riquezas marinas autóctonas en un recorrido que incluye un peeling de sal de Chiclana y envoltura de algas marinas. 

Cultivar la mente es también esencial para lograr el ansiado equilibrio y acercarse a las obras de artistas locales es la manera perfecta de conseguirlo al tiempo que se profundiza en el conocimiento humano y en las raíces del lugar. Cádiz es tierra de grandes poetas como el célebre Rafael Alberti. El mar llena una parte importante de sus poemas simbolizando la plenitud y la alegría de vivir, celebrando la existencia de la persona que se pone frente al mar y lo contempla.        

Namasté.

29 abril – 2024

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